La empresa ante el comercio exterior (I)
Cuando una empresa se plantea la posibilidad de iniciar una actividad de exportación debe analizar previamente los siguientes puntos:
¿Tiene capacidad de producción actualmente no utilizada o, en su caso, posibilidad de incrementarla? Si la empresa tiene totalmente ocupada su capacidad productiva y no dispone de medios financieros para ampliarla no tiene sentido plantearse en ese momento la exportación ya que no va a ser capaz de atender la nueva demanda.
Capacidad logística: no es lo mismo para una empresa atender un mercado regional o nacional, que ser capaz de gestionar eficazmente el envío de sus productos a un mercado extranjero situado a miles de kilómetros.
Cuota de mercado en su mercado nacional: si su cuota de mercado es muy reducida lo lógico sería concentrar todos sus esfuerzos en el ámbito doméstico para tratar de fortalecer su posición, antes de salir al exterior. Si por el contrario, su cuota de mercado es muy elevada y muy dificil de incrementar e incluso de mantener, es aconsejable buscar nuevos mercados que permitan diversificar las ventas.
Producto: ¿es exportable?, ¿hay demanda para el mismo en otros mercados extranjeros?, ¿cumple los requisitos técnicos y los estándares exigidos internacionalmente?, ¿su nivel de calidad es competitivo?.
Potencial financiero: el inicio de la actividad exportadora suele exigir inversiones a veces de elevada cuantía (viajes, negociaciones, estudios, asesoramientos, mejoras técnicas del producto, inversiones en el país de destino, etc.), mientras que la rentabilidad puede tardar cierto tiempo en alcanzarse. La empresa debe analizar si cuenta con el potencial financiero suficiente para afrontar estos gastos.
Recursos humanos especializados: la actividad exportadora va a requerir personal que domine idiomas y que conozca los mecanismos de la exportación, por lo que si la empresa no cuenta en su plantilla con este perfil de empleado tendrá que contratarlos.
Solidez de la decisión de exportar: el inicio de la actividad exportadora hemos indicado que puede exigir importantes inversiones, de rentabilidad incierta y, en todo caso, normalmente a largo plazo; es posible que que los primeros intentos terminen en fracaso. De ahí que sea aconsejable que la decisión de exportar se adopte con pleno convencimiento de su importancia y potencial, de modo que el equipo directivo se mantenga firme en su empeño permitiéndole superar las primeras fases de mayor incertidumbre.
Medios de pago: Cheque bancario internacional
En el comercio internacional se suelen utilizar los siguientes medios de pago:
Cheque bancario internacional
Orden de pago simple
Remesa simple
Orden de pago documentaria
Remesa documentaria
Crédito documentario
La elección de uno u otro medio de pago va a venir determinada por:
La confianza que se tenga en el importador, lo que llevará a exigir mayores o menores garantías.
El coste del medio de pago utilizado.
1. CHEQUE BANCARIO INTERNACIONAL
El cheque bancario:
Cheque emitido por un banco contra sus propios fondos, a solicitud del importador. El banco responde él mismo de su pago.
Previamente, el importador habrá abonado al banco el importe del mismo.
Es un medio de pago muy utilizado que exige plena confianza en el importador:
Hay que dar por hecho que el importador va a atender el pago, por lo que no es necesario exigirle garantías adicionales.
Este medio de pago se caracteriza por su simplicidad y por su bajo coste.
El cheque bancario debe ser siempre nominativo:
Se emite a a favor del exportador y sólo él podrá cobrarlo. De esta manera se garantiza que en caso de pérdida o robo ningún tercero pueda cobrarlo.
Operativa de la exportación:
El exportador envía la mercancía y la documentación necesaria para que ésta pueda ser recibida por el importador.
El importador, una vez que ha recibido dicha mercancía, solicita a su banco la emisión de un cheque bancario a favor del exportador que le hace seguir.
Riesgo de este medio de pago:
Podría ocurrir que el importador, una vez que ha recibido la mercancía, no proceda al envío del cheque bancario, por lo que el exportador se queda sin cobrar y sin mercancía.
Moneda de financiación
Tanto el exportador como el importador podrán financiar sus operaciones:
En su moneda nacional (en el caso de una empresa española en pesetas).
En la misma moneda en la que se ha pactado el pago de la compra-venta, siendo esta distinta de la divisa nacional.
En una tercera moneda, tratando de buscar un tipo de interés más reducido.
En algunos de estos suspuestos la empresa correrá riesgo de tipo de cambio:
Si el tipo de cambio de la divisa varía, cuando tenga que cancelar la financiación ésta puede que se le haya encarecido (la variación del tipo de cambio le ha perjudicado) o se haya abaratado (la variación le ha favorecido).
1.- Financiación de la exportación
En principio el exportador tratará de devolver la financiación solicitada con los fondos que reciba del importador.
Si la moneda de cobro y la moneda de la financiación son distintas, el exportador corre riesgo de tipo de cambio.
2.- Financiación de la importación
El importador tratará de devolver la financiación recibida con los fondos que obtenga de la venta de la mercancía importada (tras las modificaciones que introduzca).
Si el importador la vende en su mercado nacional, cobrará sus ventas en su moneda (en pesetas, en el caso de un importador español), por lo que cualquier financiación en otra divisa llevará aparejada riesgo de tipo de cambio.
3.- Cobertura del riesgo de cambio
Cuando la empresa corre riesgo de tipo de cambio puede asumirlo o tratar de eliminarlo:
Lo asumirá si entiende que la evolución prevista del tipo de cambio le va a favorecer, abaratando su financiación, pero corre el riesgo de que ocurra lo contrario.
Si lo quiere eliminar tendría que contratar algún instrumento financiero de cobertura (forwards, opciones, swaps, etc.).
En cualquier caso, lo más apropiado y conservador es que la empresa elimine su riego de tipo de cambio:
La empresa debe tratar de ganar dinero en su propia actividad económica y no "especulando" sobre la posible evolución de los tipos de cambio.
Veamos algunos ejemplos de operaciones con y sin riesgo de tipo de cambio:
a) Financiación de exportaciones:
1) La moneda de cobro y la de financiación es la peseta. En este caso no hay riesgo de tipo de cambio.
Supongamos que una empresa va a cobrar dentro de 90 días el importe de su venta (1.000.000 Ptas.) y que mientras se financia con un crédito de 1.000.000 ptas.
Llegado el vencimiento utilizará el 1.000.000 ptas cobrado en cancelar el crédito, sin que el movimiento de tipos le afecte lo más mínimo.
Cuando una empresa se plantea la posibilidad de iniciar una actividad de exportación debe analizar previamente los siguientes puntos:
¿Tiene capacidad de producción actualmente no utilizada o, en su caso, posibilidad de incrementarla? Si la empresa tiene totalmente ocupada su capacidad productiva y no dispone de medios financieros para ampliarla no tiene sentido plantearse en ese momento la exportación ya que no va a ser capaz de atender la nueva demanda.
Capacidad logística: no es lo mismo para una empresa atender un mercado regional o nacional, que ser capaz de gestionar eficazmente el envío de sus productos a un mercado extranjero situado a miles de kilómetros.
Cuota de mercado en su mercado nacional: si su cuota de mercado es muy reducida lo lógico sería concentrar todos sus esfuerzos en el ámbito doméstico para tratar de fortalecer su posición, antes de salir al exterior. Si por el contrario, su cuota de mercado es muy elevada y muy dificil de incrementar e incluso de mantener, es aconsejable buscar nuevos mercados que permitan diversificar las ventas.
Producto: ¿es exportable?, ¿hay demanda para el mismo en otros mercados extranjeros?, ¿cumple los requisitos técnicos y los estándares exigidos internacionalmente?, ¿su nivel de calidad es competitivo?.
Potencial financiero: el inicio de la actividad exportadora suele exigir inversiones a veces de elevada cuantía (viajes, negociaciones, estudios, asesoramientos, mejoras técnicas del producto, inversiones en el país de destino, etc.), mientras que la rentabilidad puede tardar cierto tiempo en alcanzarse. La empresa debe analizar si cuenta con el potencial financiero suficiente para afrontar estos gastos.
Recursos humanos especializados: la actividad exportadora va a requerir personal que domine idiomas y que conozca los mecanismos de la exportación, por lo que si la empresa no cuenta en su plantilla con este perfil de empleado tendrá que contratarlos.
Solidez de la decisión de exportar: el inicio de la actividad exportadora hemos indicado que puede exigir importantes inversiones, de rentabilidad incierta y, en todo caso, normalmente a largo plazo; es posible que que los primeros intentos terminen en fracaso. De ahí que sea aconsejable que la decisión de exportar se adopte con pleno convencimiento de su importancia y potencial, de modo que el equipo directivo se mantenga firme en su empeño permitiéndole superar las primeras fases de mayor incertidumbre.
Medios de pago: Cheque bancario internacional
En el comercio internacional se suelen utilizar los siguientes medios de pago:
Cheque bancario internacional
Orden de pago simple
Remesa simple
Orden de pago documentaria
Remesa documentaria
Crédito documentario
La elección de uno u otro medio de pago va a venir determinada por:
La confianza que se tenga en el importador, lo que llevará a exigir mayores o menores garantías.
El coste del medio de pago utilizado.
1. CHEQUE BANCARIO INTERNACIONAL
El cheque bancario:
Cheque emitido por un banco contra sus propios fondos, a solicitud del importador. El banco responde él mismo de su pago.
Previamente, el importador habrá abonado al banco el importe del mismo.
Es un medio de pago muy utilizado que exige plena confianza en el importador:
Hay que dar por hecho que el importador va a atender el pago, por lo que no es necesario exigirle garantías adicionales.
Este medio de pago se caracteriza por su simplicidad y por su bajo coste.
El cheque bancario debe ser siempre nominativo:
Se emite a a favor del exportador y sólo él podrá cobrarlo. De esta manera se garantiza que en caso de pérdida o robo ningún tercero pueda cobrarlo.
Operativa de la exportación:
El exportador envía la mercancía y la documentación necesaria para que ésta pueda ser recibida por el importador.
El importador, una vez que ha recibido dicha mercancía, solicita a su banco la emisión de un cheque bancario a favor del exportador que le hace seguir.
Riesgo de este medio de pago:
Podría ocurrir que el importador, una vez que ha recibido la mercancía, no proceda al envío del cheque bancario, por lo que el exportador se queda sin cobrar y sin mercancía.
Moneda de financiación
Tanto el exportador como el importador podrán financiar sus operaciones:
En su moneda nacional (en el caso de una empresa española en pesetas).
En la misma moneda en la que se ha pactado el pago de la compra-venta, siendo esta distinta de la divisa nacional.
En una tercera moneda, tratando de buscar un tipo de interés más reducido.
En algunos de estos suspuestos la empresa correrá riesgo de tipo de cambio:
Si el tipo de cambio de la divisa varía, cuando tenga que cancelar la financiación ésta puede que se le haya encarecido (la variación del tipo de cambio le ha perjudicado) o se haya abaratado (la variación le ha favorecido).
1.- Financiación de la exportación
En principio el exportador tratará de devolver la financiación solicitada con los fondos que reciba del importador.
Si la moneda de cobro y la moneda de la financiación son distintas, el exportador corre riesgo de tipo de cambio.
2.- Financiación de la importación
El importador tratará de devolver la financiación recibida con los fondos que obtenga de la venta de la mercancía importada (tras las modificaciones que introduzca).
Si el importador la vende en su mercado nacional, cobrará sus ventas en su moneda (en pesetas, en el caso de un importador español), por lo que cualquier financiación en otra divisa llevará aparejada riesgo de tipo de cambio.
3.- Cobertura del riesgo de cambio
Cuando la empresa corre riesgo de tipo de cambio puede asumirlo o tratar de eliminarlo:
Lo asumirá si entiende que la evolución prevista del tipo de cambio le va a favorecer, abaratando su financiación, pero corre el riesgo de que ocurra lo contrario.
Si lo quiere eliminar tendría que contratar algún instrumento financiero de cobertura (forwards, opciones, swaps, etc.).
En cualquier caso, lo más apropiado y conservador es que la empresa elimine su riego de tipo de cambio:
La empresa debe tratar de ganar dinero en su propia actividad económica y no "especulando" sobre la posible evolución de los tipos de cambio.
Veamos algunos ejemplos de operaciones con y sin riesgo de tipo de cambio:
a) Financiación de exportaciones:
1) La moneda de cobro y la de financiación es la peseta. En este caso no hay riesgo de tipo de cambio.
Supongamos que una empresa va a cobrar dentro de 90 días el importe de su venta (1.000.000 Ptas.) y que mientras se financia con un crédito de 1.000.000 ptas.
Llegado el vencimiento utilizará el 1.000.000 ptas cobrado en cancelar el crédito, sin que el movimiento de tipos le afecte lo más mínimo.
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